Felipe Rooríguez
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El tarotista de los amores y desamores favorito de las estudiantes del barrio República, Simón Vaguer, muestra su faceta más política y predice entre otras cosas quién será el próximo presidente de Chile y asegura que la Concertación va a ser castigada.
Ricardo Fábregas corre de un lado hacia otro con su ocupada agenda. Al candidato a parlamentario por Maipú no le basta con el sinfín de actividades propias de su postulación, además asiste a clases particulares de oratoria política que, como él dice, le sirven para mejorar su dicción frente al público. Según Exequiel Tapia, profesor de Oratoria y Debate en la Universidad Alberto Hurtado, la verdadera razón de los candidatos a tomar estas clases es para ganar presencia y persuasión.
La oratoria política no es algo desconocido para nosotros, la vemos todos los días y más aún en estas fechas próximas a elecciones. Este tipo de oratoria se caracteriza básicamente cuando el orador añade juicios de valor sobre hechos que ocurrieron u ocurrirán, tratando de persuadir a la audiencia para que crea en estos juicios como su realidad. Históricamente grandes oradores han llegado a la cima de las esferas políticas con su labia. Personajes como el alemán Adolfo Hitler en 1933, año que llegó a la cancillería, o para tener un ejemplo más cercano el trasandino Juan Domingo Perón. Sabido es que la oratoria mueve a las masas y es considerada dentro del ámbito político una fuerte arma a disposición. Nuestros políticos obviamente no se quedan atrás y muchos de ellos, si es que no todos, se preparan de varias formas para hacer frente a su nueva potencial audiencia.
En la escena política criolla son muchos quienes optan por participar de estas clases de oratorias impartidas principalmente por actores, psicólogos y trabajadores de las comunicaciones. El actor y profesor Exequiel Tapia asegura que básicamente el enseña a mentir con veracidad, pero es decisión del alumno como usa sus enseñanzas. Tapia ha trabajado, por ejemplo, con el actual Ministro de Justicia, Carlos Maldonado.
El postulante a parlamentario por Maipú, Ricardo Fábregas, comenzó sus clases en el mes de marzo de este año, asiste religiosamente una vez por semana y asegura que ahora puede pararse con más seguridad frente a una audiencia. Ha aprendido que la comunicación funciona mediante estrategias y para conseguir un buen discurso todo depende de la preparación.
